El cinismo del nuevo director de la OAAF

 

Tras su merecido aumento de sueldo, sigue Sánchez Zamorano con su frenética actividad institucional, esta vez en una jornada sobre los retos de la protección efectiva al denunciante, enmarcada en el proyecto europeo "OPEN THE WHISTLE", celebrada con motivo del Día Internacional contra la Corrupción 2025.

Sobre esta jornada, la página web de la Oficina Andaluza Antifraude publica lo siguiente:

"Frente a la tendencia de centrarse exclusivamente en el análisis normativo de la Ley 2/2023, Sánchez Zamorano propuso un enfoque diferente: entender mejor a las personas denunciantes para protegerlas de manera más eficaz. «Sabemos aún demasiado poco sobre las personas denunciantes o potenciales denunciantes», señaló."

 

  

Sí señor, dejemos de centrarnos en la Ley 2/2023 y tramitemos las denuncias como nos dé la gana para poderlas archivar de tapadillo.

Se lamenta el Sr. Zamorano de saber poco sobre las personas denunciantes o potencialmente denunciantes, pero créanos, Sr. Zamorano, que más se lamentan estas personas denunciantes de no saber nada de la OAAF cuando presentan una denuncia y la OAAF emplea la técnica del avestruz para no informar de nada.

Continua el Sr. Zamorano identificando los tres grandes bloqueos que impiden a las personas dar el paso de denunciar:

1. Temor a represalias laborales y falta de confianza en la protección real del sistema.
2. Percepción de que «no servirá para nada»,
3. Falta de claridad sobre dónde y cómo denunciar

 

 

Quienes ya conocen a la Oficina Andaluza Antifraude no pueden estar más de acuerdo con su nuevo Director. En efecto: 

1. La OAAF no protegerá al informante contra represalias consumadas y groseras. Bien al revés, afirmará que están justificadas.
2. Denunciar ante la OAAF, efectivamente no sirve de nada.
3. La falta de claridad sobre dónde denunciar la genera la OAAF, quien rechaza la tramitación de las denuncias incómodas sosteniendo cualquier excusa que justifique su ausencia de competencia, sin tampoco trasladar la denuncia al órgano que considera competente o al menos indentificarlo.